El tiempo también es salud.
A través de la vida, aprendemos una multitud de competencias útiles para vivir, como manejar, o leer un buen libro y disfrutarlo, a viajar, o cumplir nuestras obligaciones fiscales, pero difícilmente aprendemos a priorizar nuestro tiempo y esto lo vamos aprendiendo -o mal aprendiendo- a consta de resolver problemas ocasionados por no saber hacerlo bien.